Fotos curiosas que hemos recopilado en la red o que hemos tomado en nuestro recorrido por toda la isla... Nada de burlas, solo reir un rato pa matar el estres...
Registro fotográfico de los recorridos por esta hermosa isla, desde una óptica mas cultural.
jueves, 26 de enero de 2012
¿PORQUE A ALGUNAS MOTOCICLETAS LES DICEN PASOLAS?
En 1977 la Yamaha sacó una producción de motos pequeñas modelo PASSOL S50 para el mercado femenino. Posteriormente lanzaron otro modelo, la PASSOLA SA50 de 50 cc automática. En los 80s en República Dominicana se decía que la que tuviera su pasola era una reina. Posteriormente tuvieron un gran boom y popularidad, en particular entre los jóvenes y adolescentes de la clase media y clase media alta y desde entonces lograron su espacio en la cultura popular dominicana y comenzaron a llamar “pasola” a cualquier motocicleta de pequeño cilindraje...
domingo, 15 de enero de 2012
SEBASTIÁN LEMBA, GUERRILLA Y CIMARRONAJE EN REPÚBLICA DOMINCANA
San Juan de la Maguana es una antiquísima ciudad quisqueyana fundada por el capitán español Diego Velásquez hacia el año 1504, a orillas del río San Juan, por mandato del gobernador de la isla española Nicolás de Ovando.
El frondoso valle de San Juan, sirvió en la época precolombina de asiento de los indígenas pertenecientes al cacicazgo de Maguana, acaudillados por el indómito cacique Caonabo, que opuso recia resistencia al proceso de colonización española iniciado por Cristóbal Colón y dirigido por Alonso de Ojeda, quien lo hizo prisionero en San Juan, y lo entregó a Colón siendo el valiente jefe indígena encadenado con grilletes de oro y desterrado a España, muriendo en el trayecto y su cadáver echado al mar.
San Juan fue, asimismo, asiento posterior de una cantidad significativa de mano de obra africana importada de las islas canarias y representada por más de cuatro mil negros esclavos que trabajaron en los cuatro trapiches azucareros que los colonos españoles llamaban ingenios; uno de ellos operó en el centro de la población, y otro en una villa denominada La Higuera, asiento del comendador Francisco de Valenzuela, y lugar atribuido al nacimiento del bravo indio Enriquillo, el segundo hombre después de Caonabo en resistir la oprobiosa ocupación española de la isla de Santo Domingo.
El segundo alzamiento de gran significación durante la colonia española ocurre en Haina, aunque es en el suroeste donde se establece el centro de las grandes luchas antiesclavistas, tal y como acaeció con la rebelión de Enriquillo, en este caso de los negros esclavos que tuvo por nombre “La Cimarronada”, que ocurrió casi simultáneamente con la insurrección indígena anteriormente expuesta, y adquieren notoriedad en los campos de San Juan de la Maguana en el año 1532, un año antes de la firma de paz entre el cacique Enriquillo y las autoridades españolas.
El líder de la cimarronera fue el esclavo Sebastián Lemba Calembo, conocido por los historiadores como el más aguerrido de los caudillos cimarrones de la isla de la Española. A pesar de los olvidos oficiales a sus gestas, sus descendientes de piel oscura lo recuerdan por sus luchas por la libertad de los esclavos.
El gran líder cimarrón probablemente nació en el Congo, actual Zaire. Muy joven fue capturado en un enfrentamiento tribal y vendido como esclavo a los portugueses, quienes a su vez lo vendieron a los españoles. Llegó encadenado a Santo Domingo hacia 1525. Trabajó como esclavo durante 7 años, al cabo de los cuales se rebeló y huyó a las montañas de la isla.
En la profunda manigua organizó grupos cimarrones y se mantuvo activo contra los colonizadores españoles, dueños de ingenios y haciendas, y contra las autoridades coloniales durante 15 años.
El caudillo cimarrón llegó a juntar más de 400 hombres que le obedecían ciegamente. Su ejército de trasterrados solo se movía de noche devastando los predios de Sosa, Higüey, San Juan de la Maguana y Azua. En esta última villa, al sigilo de la noche, asaltaron el ingenio Cepicepi, propiedad de Diego Caballero, mientras los nueve españoles que ahí estaban dormían plácidamente en unos bohíos.
El capitán Tristán de Leguizamón pudo finalmente entrar en el maniel -o casa o comunidad del cimarrón- de Lemba en el Baoruco Viejo. Pero el caudillo no se encontraba en el maniel, sin embargo, el capitán español se llevó consigo las mujeres, los víveres y todas las armas que encontró en él. Cuando Leguizamón se retiró a Azua, Lemba entró a San Juan y la saqueó, tomando todo el hierro de los ingenios para fabricar armas. Luego volvió nuevamente al maniel y prosiguió sus correrías.
Así, Sebastián Lemba se convierte en el hombre más buscado por los españoles, y también más respetado y temido. Las lomas de San Juan y el Bahoruco Viejo fueron los lugares de su resistencia. El ataque a los ingenios se multiplicó, las quemas a la caña sembrada también. Los europeos ven su economía amenazada... las expediciones contra el capitán negro fallan, una tras otra.
Finalmente, el aguerrido Sebastián Lemba muere en un sangriento combate en septiembre de 1548, en la loma de la Paciencia, cerca de San Juan de la Maguana, a manos de otros negros cimarrones al servicio de la Audiencia de Santo Domingo. Una bala que atravesó su corazón acabó con el jefe cimarrón ante el asombro de sus compañeros.
La cabeza del caudillo cimarrón fue llevada a Santo Domingo y colgada de un gancho en una puerta del amurallado de Santo Domingo que daba a la llamada Sabana del Rey, junto al fuerte de San Gil, según unos historiadores, o en la esquina de la calle Mercedes con Palo Hincado, según otros. Esta puerta fue conocida por mucho tiempo como “Puerta de Lemba”. Según las autoridades "Así temerán lanzar nuevas rebeliones", creyendo haber terminado la resistencia cimarrona...
Los oidores Grajeda y Zorita llegaron a decir que Lemba era extremadamente diestro y muy entendido en las cosas de la guerra, en tanto que Juan de Castellanos, en versos propios de un negrero, se expresó de él en los siguientes términos:
El negro Lemba fue principalmente,
que juntó negros más de cuatrocientos
acaudillándolos varonilmente;
fue negro de perversos pensamientos,
atrevido, sagaz, fuerte, valiente,
y en su rebelión de muchos años
la tierra padeció notables daños.
La semilla que sembró Sebastián Lemba germinó por todos los rincones de la República Dominicana. Las rebeliones y los rebeldes cimarrones siguieron atacando por los caminos... siguieron con la necesidad de seguir peleando y así conquistar la libertad "para mantener viva la llama y poder vivir libres: como el viento, el agua y el sol, sin trabajos forzados, ni latigazos...".
Sebastián Lemba tiene la gloria de ser el primer esclavo negro en iniciar la lucha contra la esclavitud en el continente americano.
MALECÓN DE SANTO DOMINGO, UN PASEO LLENO DE HISTORIA
Es uno de los lugares más emblemáticos de la capital dominicana, pero también uno de los símbolos del turismo de esta metrópoli. Además, se ha convertido en un espacio lleno de historia y colorido, desde donde contemplar el mar Caribe.
Es una de las avenidas más populares y atractivas de la capital dominicana, una vía de algo más de 10 kilómetros de recorrido cuyo tramo principal lleva el nombre de George Washington.
La historia del malecón
La historia del Malecón se remonta a 1924, cuando el ingeniero dominicano Arístides García Mella tuvo la idea de construir un paseo o una avenida a lo largo de la costa del mar Caribe de Santo Domingo. García Mella, según diversos relatos, dibujó en un mapa de la capital dominicana dos líneas paralelas punteadas, desde la prolongación de la calle Pina hasta donde se erige hoy un obelisco, uno de los principales símbolos de esta avenida.
Sin embargo, no fue hasta finales de 1931 cuando la Junta de Ornato de Santo Domingo, nombrada por el dictador Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961), dispuso el inicio de los trabajos de construcción del primer tramo de la avenida George Washington. Para la construcción de la vía, que se convirtió en una extensión del Paseo Presidente Billini, fue necesario tomar unos 35 metros de terrenos privados situados a la orilla del mar. Iniciaron los trabajos de construcción una veintena de presidiarios, provistos de dos yuntas de bueyes, machetes y hachas.
Pronto llegaron los problemas, ya que los propietarios de los terrenos, entre ellos, Damián Báez, quien en ese entonces presidía la Suprema Corte de Justicia, presentaron una querella contra el ingeniero encargado de la obra, José Ramón Báez López, por entrar a una propiedad privada sin previa autorización.
El ingeniero acudió a Trujillo, quien imponiendo su voluntad agilizó los trabajos, los cuales no podrían detenerse a menos que él lo autorizara. Tras años de construcciones y empalmes, la popular avenida fue inaugurada en medio de una gran celebración el 23 de febrero de 1936 con el nombre de George Washington, coincidiendo con el día del natalicio del primer presidente de Estados Unidos.
Según informes de la época, la avenida sería bautizada con el nombre del dictador, pero finalmente se optó por el de George Washington, lo que fue oficializado en 1935 por el Congreso Nacional.
El levantamiento de la elegante avenida implicó una acción lamentable, que fue la destrucción de un tramo considerable de la antigua muralla de Santo Domingo, así como el Fuerte de San Gil y otros restos de fortificaciones coloniales.
A su atractivo natural, se une el de los hoteles de lujo construidos a lo largo de esta vía, entre los que se mencionan el Jaragua, el V Centenario, el Meliá Santo Domingo, Sheraton y Hilton, entre otros, vía en la que también hay los más variados casinos, bares y restaurantes de Santo Domingo.
Los obeliscos
Entre los principales símbolos del Malecón, se hallan los dos obeliscos popularmente bautizados como Macho y Hembra, construidos para satisfacer la megalomanía de Trujillo, asesinado el 30 de mayo de 1961 por un grupo de hombres en esta misma avenida y en el lugar existe la Plaza de los héroes. El obelisco macho ha sido pintado por Amaya Salazar, con la imagen de “Las mariposas” en honor a las sacrificadas Hermanas Mirabal.
También está la renovada Plaza Juan Barón, un punto obligado de reuniones, encuentros culturales y disfrute del ocio.
El Malecón se puede recorrer perfectamente caminando, y también montado en carruaje o calesa, otro de los atractivos de la emblemática avenida. Varios tramos de esta vía se han convertido a lo largo de los años en improvisadas salas de exposiciones donde se exhibe arte dominicano y haitiano.
Cada año, entre febrero y marzo, el Malecón se llena de un sinfín de llamativos y coloridos disfraces, comparsas y música para celebrar las fiestas del carnaval, la expresión más importante de la cultura popular dominicana.
En el verano, en julio, la avenida acoge la celebración del tradicional Festival del Merengue de la República Dominicana, un evento por el que desfilan las principales orquestas del país. Y en diciembre, el paseo se convierte en la discoteca más grande de la nación, con miles de personas que celebran la llegada del Año Nuevo al compás de diferentes ritmos musicales.
Pero, junto al encanto que este paseo marítimo ofrece al visitante, también existen aspectos negativos. Aunque deslumbra su entorno natural, puede causar una mala sensación su falta de iluminación y de seguridad, y la presencia de mendigos, drogadictos y prostitutas.
Por: Martha Florian
http://www.elnuevoherald.com/2011/10/02/1034550/malecon-de-santo-domingo-un-paseo.html#ixzz1aTXbHGNQ
Es una de las avenidas más populares y atractivas de la capital dominicana, una vía de algo más de 10 kilómetros de recorrido cuyo tramo principal lleva el nombre de George Washington.
La historia del malecón
La historia del Malecón se remonta a 1924, cuando el ingeniero dominicano Arístides García Mella tuvo la idea de construir un paseo o una avenida a lo largo de la costa del mar Caribe de Santo Domingo. García Mella, según diversos relatos, dibujó en un mapa de la capital dominicana dos líneas paralelas punteadas, desde la prolongación de la calle Pina hasta donde se erige hoy un obelisco, uno de los principales símbolos de esta avenida.
Sin embargo, no fue hasta finales de 1931 cuando la Junta de Ornato de Santo Domingo, nombrada por el dictador Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961), dispuso el inicio de los trabajos de construcción del primer tramo de la avenida George Washington. Para la construcción de la vía, que se convirtió en una extensión del Paseo Presidente Billini, fue necesario tomar unos 35 metros de terrenos privados situados a la orilla del mar. Iniciaron los trabajos de construcción una veintena de presidiarios, provistos de dos yuntas de bueyes, machetes y hachas.
Pronto llegaron los problemas, ya que los propietarios de los terrenos, entre ellos, Damián Báez, quien en ese entonces presidía la Suprema Corte de Justicia, presentaron una querella contra el ingeniero encargado de la obra, José Ramón Báez López, por entrar a una propiedad privada sin previa autorización.
El ingeniero acudió a Trujillo, quien imponiendo su voluntad agilizó los trabajos, los cuales no podrían detenerse a menos que él lo autorizara. Tras años de construcciones y empalmes, la popular avenida fue inaugurada en medio de una gran celebración el 23 de febrero de 1936 con el nombre de George Washington, coincidiendo con el día del natalicio del primer presidente de Estados Unidos.
Según informes de la época, la avenida sería bautizada con el nombre del dictador, pero finalmente se optó por el de George Washington, lo que fue oficializado en 1935 por el Congreso Nacional.
El levantamiento de la elegante avenida implicó una acción lamentable, que fue la destrucción de un tramo considerable de la antigua muralla de Santo Domingo, así como el Fuerte de San Gil y otros restos de fortificaciones coloniales.
A su atractivo natural, se une el de los hoteles de lujo construidos a lo largo de esta vía, entre los que se mencionan el Jaragua, el V Centenario, el Meliá Santo Domingo, Sheraton y Hilton, entre otros, vía en la que también hay los más variados casinos, bares y restaurantes de Santo Domingo.
Los obeliscos
Entre los principales símbolos del Malecón, se hallan los dos obeliscos popularmente bautizados como Macho y Hembra, construidos para satisfacer la megalomanía de Trujillo, asesinado el 30 de mayo de 1961 por un grupo de hombres en esta misma avenida y en el lugar existe la Plaza de los héroes. El obelisco macho ha sido pintado por Amaya Salazar, con la imagen de “Las mariposas” en honor a las sacrificadas Hermanas Mirabal.
También está la renovada Plaza Juan Barón, un punto obligado de reuniones, encuentros culturales y disfrute del ocio.
El Malecón se puede recorrer perfectamente caminando, y también montado en carruaje o calesa, otro de los atractivos de la emblemática avenida. Varios tramos de esta vía se han convertido a lo largo de los años en improvisadas salas de exposiciones donde se exhibe arte dominicano y haitiano.
Cada año, entre febrero y marzo, el Malecón se llena de un sinfín de llamativos y coloridos disfraces, comparsas y música para celebrar las fiestas del carnaval, la expresión más importante de la cultura popular dominicana.
En el verano, en julio, la avenida acoge la celebración del tradicional Festival del Merengue de la República Dominicana, un evento por el que desfilan las principales orquestas del país. Y en diciembre, el paseo se convierte en la discoteca más grande de la nación, con miles de personas que celebran la llegada del Año Nuevo al compás de diferentes ritmos musicales.
Pero, junto al encanto que este paseo marítimo ofrece al visitante, también existen aspectos negativos. Aunque deslumbra su entorno natural, puede causar una mala sensación su falta de iluminación y de seguridad, y la presencia de mendigos, drogadictos y prostitutas.
Por: Martha Florian
http://www.elnuevoherald.com/2011/10/02/1034550/malecon-de-santo-domingo-un-paseo.html#ixzz1aTXbHGNQ
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