jueves, 3 de noviembre de 2011

RECORRIENDO LA FRONTERA

A pesar de que no es recomendable, desde el punto de vista turístico, pues sus atractivos son pocos, con un grupo de compañeros nos fuimos a recorrer en un fin de semana una de las provincias fronterizas con Haití y tres de sus municipios más poblados, les hablamos de Elías Piña y los municipios de Comendador, Bánica y Pedro Santana.

Nuestro objetivo también era conocer las condiciones de la frontera, algunos monumentos históricos y sitios geográficos y religiosos. Aquí unos datos y comentarios de nuestro recorrido:

Elías Piña

Es una de las 31 provincias de la República Dominicana situada en el oeste del país, en la frontera con Haití. Limita al norte con las provincias Dajabón y Santiago Rodríguez, al este con San Juan, al sur con Independencia y al oeste con la República de Haití. La capital provincial es la ciudad de Comendador.

Fue creada en 1942, con el nombre de Provincia San Rafael. En 1965 se le nombró provincia Estrelleta y, finalmente, en 1972 se le dio el nombre actual. Antes de su creación, era un municipio de la provincia San Juan. Su nombre honra al Coronel Elías Piña, nativo de La Margarita, paraje de Comendador, oficial del ejército dominicano durante las luchas independentistas; murió en un fallido asalto al fuerte haitiano de Biassú, cercano a Bánica.

Comendador

Es el municipio cabecera de la provincia Elías Piña. Su nombre honra a Nicolás de Ovando (Comendador de Lares). El 29 de noviembre de 1930 se sustituyó el nombre de Comendador para el municipio por el de Villa Elías Piña. La Ley No. 342 del 29 de mayo de 1972 restituyó a la ciudad el nombre con el que fue fundada, Comendador.

En este municipio las condiciones con la frontera son muy curiosas, existe una deteriorada puerta metálica que impide el paso de vehículos y personas y sólo se abren dos días a la semana para el intercambio comercial. Al otro lado se observan contenedores donde se almacenan productos alimenticios y materiales de construcción y en los días en que se abre la frontera pasan a los mercados.


Bánica

Es la cabecera del municipio del mismo nombre. Se encuentra en la frontera con Haití, próxima al río Artibonito. La palabra Bánica es una modificación de la palabra taína Banique, que significaba "tierra de ébano" y que identificaba la región. Fue fundada como villa por el Adelantado Diego Velásquez en 1504, en la ribera izquierda del río.

El turismo es casi nulo. Sin embargo mencionemos estos puntos visitados:

La Iglesia de San Francisco de Asís, una edificación colonial de interés religioso y cultural. Se desconoce la fecha exacta de su construcción pero ya en 1740 el Arzobispo Domingo Pantaleón Álvarez Abréu observa que en la Villa de Bánica hay "una iglesia nueva y bien tratada".


El Reloj de sol. Ubicado en un parque contiguo a la Iglesia de San Francisco de Asís. En la parte superior de una de sus caras aparece la fecha 1795, posible fecha en que se erigió. Este reloj de sol y el de Santo Domingo, en la calle Las Damas, fueron los únicos relojes solares durante la antigua colonia española.


El Cerro de San Francisco. Es un cerro rocoso a una distancia de 1.5 km de la ciudad, en dirección noreste. En el mismo se encuentra una gran cueva que ha sido convertida en un centro de peregrinación, posiblemente fue refugio de los taínos en el pasado. Existe la tradición religiosa de que esa es la casa de San Francisco de Asís, patrón del municipio de Bánica. El día 4 de octubre de cada año, se celebran sus fiestas patronales, por lo que con anterioridad a ella comienzan a llegar creyentes de toda la provincia, región y otros puntos del país, para los festejos.

Para llegar a la cueva es necesario tener buen estado físico, pues su acceso es a través de unas escaleras en piedra pegada (aquí le dicen encache) muy empinada y en medio de un calor insoportable.

En el interior de dicha cueva, caen gotas de agua desde lo alto; los devotos de San Francisco de Asís se sitúan para que las gotas caigan sobre sus cabezas o caras ya que la consideran como agua bendita. De sus paredes, extraen un polvo calizo blanco con el cual los peregrinos se empolvan el rostro por lo que es fácil reconocerlos cuando regresan de la cueva. Dicho cerro es área protegida con la categoría de Monumento Natural.


En Bánica el río Artibonito señala el límite entre ambos países. Aquí se practica el comercio intrafronterizo, decenas de haitianos cruzan las aguas (la frontera) para traer sus productos y suplir sus necesidades. El paso de un lado al otro se puede hacer caminando sobre su cauce, para los que no quieren mojarse los zapatos o no tienen dinero para abordar las canoas de fondo plano que llaman “cayuco” y es fabricada con el tronco del árbol de Javilla.


Pedro Santana

El nombre de la ciudad es en honor al primer presidente constitucional del país. Mediante la Ley No. 3208 del 3 de marzo de 1952, el Distrito Municipal de Pedro Santana, de la Común de Bánica, fue elevado a la categoría de municipio.

Como lo hemos dicho, el turismo es casi nulo. Aún así el poblado es pequeño y hermoso.

En la frontera, también con el río Artibonito en un costado como límite, existe un puente en concreto en mal estado que ha estado soportando crecidas. La vía en muy malas condiciones permite igualmente llegar a otros poblados dominicanos como Restauración, Dajabón y Montecristi.

1 comentario:

  1. Sergio, es mas fácil pasar por la escalera que esta a un lado del porton ,que atravesar el portillo. Esa puerta parece algo simbólico porque mas adelante se puede atravesar el rio caminando.
    El puente parece soportar solo burros. Y las escenas del rio parece una escena de las peliculas de Tarzán.
    Estan buenas las crónicas!
    Sigue asi y ya no tendremos que ir a Republica Dominicana.
    Un abrazo, Jesús Guzmán

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