miércoles, 16 de mayo de 2012

RECORDANDO A MARIA MONTEZ EN SU CENTENARIO



 Nació en Barahona, República Dominicana, hija de Isidoro Gracia García, español, y Regla Teresa María Vidal, oriunda de Baní, el día 6 de Junio de 1912. Llamada María África por su padre en homenaje a su tierra natal, la Isla de la Palma, en Islas Canarias, España, localizada al frente del continente africano.
 

Su verdadero nombre era entonces MARÍA ÁFRICA GRACIA VIDAL. Sin embargo, su nombre aparece entre sus biógrafos en las siguientes formas:
 

María Africa Vidal de Santos Silas

María Africa Vidal de Santos Siles y Gracia

María Antonia Vidal de Santos Silas y Gracia

Africa María Gracia Vidal

María Gracia Van Dahi de Santos Siles MacFeeters

María Van Dahi de Santo Sillas y Gracia

María América Gracia Vidal de Sto. Silas

María Teresa Vidal de Santo Silas y Gracia

María Teresa de Santo Silas Salomons

María Africa Antonia Gracia Vidal de Santo Silas

María Theresa Gracia de Santo Sillas
 

Su padre se dedicaba a la exportación de madera, específicamente de guayacán, y también a la venta de tejidos. Tuvo el título de Vicecónsul Honorario de España. María fue la segunda hija de una prole de diez (Isidoro, Aquilino, Joaquín, David, Ada, Consuelo, Luz, Luis, Jaime y Teresita). Desde muy pequeña mostró inclinación por el cine y se esmeró en el aprendizaje del idioma inglés, que estudió escuchando canciones y leyendo revistas norteamericanas. Estudió hasta el octavo grado.
 

Sus vecinos de Barahona comentaban que de pequeña, en vez de jugar a las muñecas, creaba su propio escenario tendiendo una gran sábana blanca de una pared a otra de su casa, que era tenuemente iluminada con una lámpara de gas.
 

Contrajo matrimonio dos veces. La primera en su pueblo natal con el banquero irlandés William McFeeters, el 28 de noviembre de 1932, que era el representante en Barahona del First National City Bank of New York y con quien estuvo casada casi siete años, hasta su partida a Nueva York, el 3 de julio de 1939, tenía 27 años y no 19, como dicen algunos libros de cine.
 

Su primer trabajo en New York fue posar para la portada de una revista por la suma de US$50. Posó para cuadros de McCleland Bracly, famoso pintor neoyorkino, que la conoció a través de la prensa. Siguió una repentina avalancha de ilustradores, fotógrafos y agencias de modelaje. El éxito alcanzado es sólo relativo. La primera en reconocerlo es ella misma.
 

En el Restaurant 21 conoció a George Schaeffer, importante ejecutivo de la RKO Radio Pictures. Cuando el empresario le preguntó si aceptaría someterse a unas pruebas de cine, ella exclamó: ¡Películas! ¿Qué daño pueden hacerme?


Pero fue Joe Pasternark, directivo de la Universal, rival de la RKO, quien tuvo la pericia de adivinar el potencial en Montez y le hizo una oferta razonable: un sueldo de US$150 semanales, el pago del viaje a Hollywood y otras prestaciones.
 


En una de sus travesuras, que utilizaba para llamar la atención, comentó a la prensa que aceptó la oferta de trabajo de la Universal porque esta empresa carecía de estrellas glamorosas. En aquel momento, la Universal contaba con estrellas como Marlene Dietrich y Loretta Young.
 

Cuando María arribó a Hollywood, no permitió que el lujo de sus ambientes deslumbraran sus sentidos, por el contrario, tuvo la valentía de afirmar: Si Hollywood es la ciudad del espectáculo, yo ofreceré el mío. María eligió el apellido Montez en honor a una famosa bailarina aventurera llamada Lola Montez, pensó que acoplaría muy bien con su personalidad y con su primer nombre de pila.
 

La primera película en que aparece brevemente, como una beldad que se exhibe en traje de baño en un concurso de belleza, es LUCKY DEVILS (Malvados con suerte), en 1941. Aunque fue favorecida con un excelente enfoque (muy de cerca), le fueron asignadas sólo algunas líneas de diálogo trivial. Su nombre fue omitido en el reparto de esta película de clase B, mientras que el de Janet Shaw, con una participación menos importante, si apareció.
 

BOSS OF BULLION CITY (El amo del oeste) es el título de la próxima cinta en que actúa. La suerte parece hallarse de su parte en esa oportunidad que comparte honores estelares con Johnny Mack Brown. Después debe conformarse con una breve participación en un filme de clase B, THE INVISIBLE WOMAN (La mujer invisible), paradójicamente sólo dice una frase.
 

Para compensar este mal momento en la carrera recién comenzada, tiene la insólita idea de fundar su propio club de admiradores el MONTEZ FOR STARDOM CLUB (Club para el estrellato de la Montez) compuesto en gran parte por coleccionistas de fotografías de artistas en poses sensuales y con escasa ropa, que hoy en día sería catalogadas de candorosas.
 


La suerte la acompaña en su siguiente película, THAT NIGHT IN RIO (Aquella noche en Rio), luce esplendorosa por primera vez en tecnicolor. La Universal cede a María a la empresa rival, 20th. Century Fox, para aparecer en una película con Carmen Miranda, Alice Faye y Don Ameche. En este filme, María baila una contagiosa rumba, haciendo destacar los reflejos rojizos de su cabello, probando que se veía maravillosamente bien en colores por primera vez.


En RAIDERS OF THE DESERT (Jinetes del desierto), película que la pone por primera vez, con diáfanos velos y con los magníficos escenarios que intentan llevar a pantalla la magia del Lejano Oriente. En MOONLIGHT IN HAWAII (Claro de luna en Hawaii), los espectadores tendrán que aceptarla en sexta línea como Ilani, la rubia nativa de la Isla Principal.


En 1942, actúa en la primera película del género escapista, SOUTH OF TAHITI (La Reina de la selva o La Venus de la selva). María actúa como la muchacha blanca que vive en una ensoñadora isla del continente asiático. Esto fue ideado por la Universal con la finalidad de competir con la Paramount Pictures, cuyas películas, estelarizadas por la legendaria Dorothy Lamour, en el desierto, en la selva ó en una isla tropical, abarrotaban las salas de espectadores ávidos de escapar de las preocupaciones de la Segunda Guerra Mundial.


Pese al éxito obtenido con la anterior película, María es insertada nuevamente en una película de clasificación B, cuyo título es BOMBAY CLIPPER (El vuelo de Bombay), una intrascendente cinta de espionaje, que no favorece a su carrera. Poco después, María se presenta a los espectadores en la producción: THE MISTERY OF MARIE ROGET (El misterio de Marie Roget), basada en la obra homónima de Edgar Allan Poe.
 

El 1° de octubre de 1942, encontró el amor por segunda vez en la estación ferroviaria de Dearborne. Se enamoró a primera vista del apuesto caballero que, pese a ser alto (6 pies de altura), de tez blanca, ojos azules y pelo rubio, tenía cierto aire que lo diferenciaba del promedio de los norteamericanos. Era el actor francés Jean Pierre Aumont, que estaba contratado por la Metro Goldwin Mayer, para actuar en THE CROSS OF LARRAINE.
 

La boda se realizó el 13 de julio de 1943 en la casa de María. La dama de honor fue Janine Crespin, acompañada del “best man” Charles Boyer, el pintor Frederic Sprague fue el organista que interpretó la marcha nupcial y como invitados de honor estaban su astrólogo, su jardinero y dos masajistas húngaros. En la ceremonia los recién casados se besaron 112 veces. Lamentablemente, para María, Aumont tuvo que partir a la guerra, poco tiempo después.
 


¡Por fin! La Universal descifró la complicada clave de sus encantos, eligiéndola como el centro de la que se perfila como acertada producción para el cine, que llevará el sugerente título de: ARABIAN NIGHTS (Las 1,001 noches). Ambientado en el maravilloso Cercano Oriente, este film, en tecnicolor, ofreció a Montez la oportunidad de vestir el tradicional ropaje oriental. Sus ojos rasgados y sus facciones fueron espléndidamente resaltados por los turbantes, mientras las túnicas, los velos se acoplaron increíblemente bien con su silueta. Esta fue la primera película que coprotagonizó con Jon Hall y Sabú.


LAS MIL Y UNA NOCHES fue la película que inspiró la célebre frase de María: ¡Luzco tan hermosa que contemplar mi imagen me estremece de placer! También marcó el inicio de una popular serie de filmes de tipo escapista, que fueron realizados por la Universal entre 1942 y 1945. WHITE SAVAGE (La salvaje blanca), segunda de esta serie, fue la película que consagró a María como la indiscutible *Reina del Tecnicolor* (Queen of Technicolor).




Para continuar con el tema del Oriente, el Estudio produjo después ALI BABA AND THE FORTY THIEVES (Ali Babá y los 40 ladrones). En los países donde se exhibió la película, las salas de cine fueron colmadas por verdaderas oleadas de público. En 1944 protagonizó COBRA WOMAN (La Reina cobra), una rara historia que tiene lugar en una aldea en que habita una cruel sacerdotisa. Un verdadero reto para ella, porque tiene el doble papel de las hermanas gemelas: Nadja, la tiránica soberana de una tribu de adoradores de serpientes, y de Tollea, la noble y sencilla muchacha.


María consiguió apropiarse del triunfo, a pesar de ser una recién llegada, de haber iniciado su carrera a la edad de 28 años y de que apenas dispuso de tiempo para su preparación cinematográfica, lo cual no le permitió desarrollar facultades de carácter dramático.



La Tempestuosa Montez, la Dinamita dominicana, siempre tuvo un largo séquito de periodistas que la seguían a todas partes, ya que no sólo proporcionaba material para escribir una columna periodística, sino para redactar una página completa de un diario. Cuando no había ninguna novedad entre los miembros de la colonia del cine, los editores de Los Angeles les gritaban a sus reporteros: ¡Vayan a Bervely Hills, a ver qué está haciendo la Montez!; según el periodista Pete Martin del Saturday Evening Post.


En noviembre de 1943 obtuvo dos reconocimientos en República Dominicana, su país. La Orden Juan Pablo Duarte, en el Grado de Oficial, y la Orden Trujillo, en el mismo grado, que le otorgó el dictador Rafael Leonidas Trujillo, cuando se filmaba la película GYPSY WILDCAT (Alma gitana), que le reportó a la Universal millonarias sumas de dinero.


La Universal quería continuar con este tipo de películas, pero Montez no estuvo de acuerdo, no quería ser estereotipada y no se prestaría a que los implacables cineastas la convirtieran en una actriz que sólo podía interpretar determinados roles, siempre acompañada del mismo actor y encasillada en la misma clase de película (ya había actuado en más de 4 películas con Jon Hall).


También en 1944, María Montez fue una de los invitados de la Primera Dama, Eleanor Roosevelt, para el cumpleaños de su esposo, el Presidente Franklin D. Roosevelt, en el Hotel Statlor en Washington, D. C.


Antes de que concluyera 1944, se estrena BOWERY TO BROADWAY (Camino a Broadway), película en blanco y negro que rompe momentáneamente, con la secuencia de sus películas escapistas iniciada en 1942. Ese mismo año fue promocionada como Embajadora de Buena Voluntad de los países latinoamericanos ante los Estados Unidos dentro de la denominada política del buen vecino.


En 1945 únicamente actúa en la película SUDAN (Sudán), que fue la última de sus películas escapistas, las cuales llenaron toda una época en la historia del cine norteamericano de los años cuarenta.



También en 1945 surgen cambios en la vida de la Montez, el primero fue traer desde su pueblo natal de Barahona, a sus hermanos Jaime, Ada, Luz, Consuelo, Teresita y Lucita, quienes intentaron incursionar en el mundo del cine. Y el segundo, cuando Jean Piere Aumont regresó de la guerra en mayo de 1945.


A pesar de que no tuvieron mucho éxito en el cine. Consuelo actuó en PIRATES OF MONTEREY con el seudónimo de Julia Andre y se casó con el publicista de la Universal, Keneth Carter. Luz Montez contrajo matrimonio con el periodista del Paris Match, Jean Roy, cuyo verdadero nombre era Ives L. Leleu. Su hermano Jaime Montez, actuó en las películas TIME OF CUCKOO, MONTSETRRAT, LIVE WIRE, HEAVEN CAN WAIT, BULL FIGHT, ANA LUCASTA y BAD MAN. Unos años después decidió ingresar en el ejército americano, obtuvo el grado de sargento y participó en la guerra de Corea. Teresita llegó a ser contratada como modelo exclusiva de la revista francesa Vogue en los años 50.


María se rehúso a trabajar en la película FRONTIER GAL, estaba cansada de las películas escapistas, por lo cual recibió una sanción de la Universal con una fatal suspensión de su contrato aunque con el atenuante de ser sólo temporal. La película sería entonces protagonizada por la actriz Ivonne de Carlo, que luego sustituye a María en SALOME WHERE SHE DANCED, esta última fue acribillada por la crítica, sin embargo lanzó a De Carlo al estrellato.
 

La película TANGIER (Tangér), fue concebida por la Universal con el propósito de complacer a María. Pese a que una vez más su belleza sobresale, esta cinta en blanco y negro, fue catalogada como el error más grande de toda su carrera, porque permitió que muchas de sus hasta entonces desconocidas limitaciones, salieran a flote.
 

El 14 de febrero de 1946 María dio a luz una hermosa niña que recibió el nombre de María Christina. Hoy en día, conocida como la actriz Tina Aumont (ó Tina Marquand).
 

Mientras filmaban THE EXILE (La caída de un reino ó El desterrado), en 1946, María, demasiado tarde para protestar, se entera de que la promoción sólo mencionará a Douglas Fairbanks Jr. y que ella aparecerá solamente en 20 minutos del filme. La Universal había firmado un contrato para 8 películas en calidad de protagonista, María y sus abogados llevaron el caso a la corte y ganó la demanda de US$250,000.
 

Luego protagoniza nuevamente en tecnicolor la película PIRATES OF MONTEREY (Piratas de Monterey). María toma de improviso la decisión de abandonar para siempre la Universal. Sus directivos no movieron un dedo para evitar el alejamiento de unas de sus actrices más taquilleras.


María Montez, desprovista de obligaciones con Universal, firmará inicialmente con el productor de cine Symour Nebenzal, para realizar la película THE SIREN OF ATLANTIS (La Sirena de la Atlántida o La Atlántida), con United Artits.




Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, María Montez se traslada a París con su esposo Jean-Pierre Aumont. El recibimiento que los franceses tributaron en esta ocasión al actor galo y a su bella esposa, la primera estrella del cine norteamericano que visitaba esta nación después de la guerra, fue muy halagador.


Del 20 de septiembre al 5 de octubre de 1946, María Montez y su esposo fueron invitados al Primer Festival del Cine en Cannes. La primera película que Jean Pierre y María realizaron en Francia fue HANS LE MARINE (Hans el Marino). François Villiers, hermano de Jean Pierre, dirigió el filme. También actuaron en esta ocasión Lilli Palmer y Jean Roy, el esposo de Luz (Lucita) Montez.


La siguiente película de María fue PORTRAIT D’UN ASSASIN (Pasión prohibida), filmada en Francia por Bernard Roland. Importantes actores de Europa como Erich Von Stroheim, Arletty y Pierre Braseur figuran en papeles importantes. Según los críticos María lució más seductora y convincente. Lo que prueba que sus dotes histriónicas comenzaban a madurar.


Luego María viajó a Italia para desempeñar el rol protagónico de la película IL LADRO DI VENEZIA (El ladrón de Venecia). Su actuación fue elogiada en forma unánime por la crítica: No cabe duda; ésta es la mejor actuación de toda su carrera. Durante la filmación de esta película María tuvo una fuerte pelea con Jean Pierre, lo que sorprendió a los medios porque nunca habían despertado comentarios, la pareja era considerada como uno de los matrimonios más sólidos del cine.


La segunda película italiana de Montez fue AMORE E SANGUE (Tierra de violencia). A su regreso a París, María comienza a prepararse para su debut en teatro con la obra L’ILE HEREUSE (La isla feliz), que Jean Pierre escribiera para ella. La obra fue estrenada en enero de 1951 en el teatro Eduardo VII de la Ciudad Luz, María interpretaba el personaje de una actriz hispanoamericana llamada Carlota Goya, que al llegar a Hollywood es víctima de intrigas y ofensas por parte de importantes personalidades del cine. L’ILE HEREUSE fue tan bien acogida en París que después fue montada en otras ciudades europeas.


El actor francés y la actriz dominicana viajan a Italia para compartir la filmación de la película LA VENDETTA DEL CORSARO (La venganza del corsario), en la que ambos volverían a actuar como los principales personajes del filme.


En mayo de 1951, su agente Louis Schurr, le hizo una proposición para regresar a Hollywood, que ella aceptó con agrado, pero lamentablemente no pudo cumplir.


María África Gracia Vidal, falleció el 17 de septiembre de 1951, mientras tomaba un baño, en su residencia de Sureness, París. Sus hermanas Ada y Teresita la encontraron ahogada en la tina del baño. De acuerdo a los médicos, el accidente sufrido por María pudo haber sido provocado por dos causas distintas: Sufrió un paro cardíaco a consecuencia de un shock que el contacto con el agua caliente (45 grados Celsius) le produjo. El calor del agua le provocó un desmayo y a consecuencia de éste se ahogó. No llegó a practicarse la autopsia, por lo que la verdadera razón de su muerte no pudo ser determinada.


El 11 de septiembre de 1951, en la Iglesia Católica Romana de Saint Pierre de Chaillot, se realizó el funeral. Su cadáver fue amortajado con un traje de noche de seda azul con adornos blancos, obra de Jacques Hein, como correspondía a la que en vida fue aclamada como la Reina del Tecnicolor.



En la República Dominicana, causó gran consternación la noticia de la muerte de María. Al igual que en todo el mundo, los periódicos nacionales publicaron la información en primera plana. Las primeras manifestaciones de duelo ocurrieron en Barahona, donde aún vivía su madre, doña Teresa, y numerosos miembros de la familia Gracia Vidal.


Los ejecutivos del ayuntamiento de la ciudad sureña: Víctor Matos (Síndico), Sócrates Lagares (Presidente) y José A. Robert (Secretario), declararon duelo comunal por 24 horas, el 8 de septiembre de 1951, al otro día de la trágica desaparición de la destacada actriz barahonera. Diez días más tarde, dichas autoridades designaron la calle Prolongación de la Uruguay con el nombre de María Montez.



El Presidente Joaquín Balaguer oficialmente inauguró el aeropuerto internacional de Barahona el sábado 27 de abril de 1996 con el nombre de Aeropuerto Internacional María Montez.



En Santo Domingo, en mayo de 1998, pusieron una estrella de bronce en honor a María Montez en el Bulevar de la Juventud y de las Estrellas de la Avenida Winston Churchill.


En su testamento, María distribuyó su herencia, valorada en 200,000 dólares, entre su madre y algunos de sus hermanos, mientras el resto de sus bienes eran destinados a su hija y a su esposo.


La más transcendental herencia que dejó María a su muerte fue su gran hazaña de haber conquistado el estrellato a la edad de 28 años, y pese a que no venía de un pueblecito norteamericano como Ava, ni tenía la experiencia del Music Hall o de Broadway, simplemente venía de una provincia de la República Dominicana, donde pasó los primeros 27 años de su vida.


Su filmografía consta de 21 películas norteamericanas, 2 francesas y 3 italianas, que componen el significativo número de 26 películas, gracias a las cuales el nombre de República Dominicana figura en todas las enciclopedias e historias del Séptimo Arte que existen en la actualidad.


María escribió tres libros, numerosos poemas, entre ellas CREPUSCULO, la cual ganó el premio otorgado por la Asociación The Manuscriters, y un sinnúmero de artículos periodísticos escritos en cuatro idiomas. También escribió las canciones DOLIENTE y MIDNIGHT MEMORIES. FOREVER IS A LONG TIME, HOLLYWOOD WOLVES I HAVE TAMED y REUNION IN LILITH, son los títulos de los libros escritos por la actriz. A diferencia de los dos primeros, el último de dichos libros no llegó a ser publicado.


Todavía en República Dominicana sus miles de seguidores están a la espera de un museo dedicado a la actriz donde sus compatriotas puedan soñar con aquella mujer bellísima y exótica que, sin embargo, era tan nuestra.


Sus restos reposan en el Cimetiere du Montparnasse. Con las conmemoraciones del centenario de nacimiento el pueblo dominicano está a la espera que los restos de la actriz sean repatriados a su ciudad natal.




Tomado de:


Con información del libro MARIA MONTEZ: Su Vida, de Margarita Vicens de Morales.

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